Disfruta lo que tienes, no pienses lo que te falta, ten en cuenta que siempre falta algo y cuando eso no te falte tus metas se encontraran aún más lejos.
Vive cada momento con lo que es tuyo, con lo que te rodea y llevas dentro, con lo que puedes cambiar, lo que habita en el presente, mirando atrás lo suficiente para reconocer el terreno y no volver a pisar. Pero sin encadenarte al pasado, ni mirar con temor al futuro, vive el presente, que como su nombre indica es un regalo.
Si erraste: vive, aprende, sigue, si acertaste: vive, aprende, sigue.
Si puedes comprender esto significa que sigues vivo, que eres capaz de entender que la vida es más que ver pasar lo que quieres y quejarte por no tenerlo.
Que todo aquello que se esconde dentro de ti debe salir, que esa energía que pierdes se pierde por ir en contra de lo que sientes.
Que aquel que no actúa como piensa termina pensando como actúa. Que nadie vivirá tu vida si no eres tú.
Que debes luchar porque la felicidad te espera a cada segundo y la alegría es la felicidad en el ahora, vive en la alegría y no buscarás más la felicidad porque, inevitablemente, la encontrarás.
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