martes, 14 de febrero de 2012

La suerte





La suerte no existe. Lo que consigas depende de ti. Lo que no consigas también. Por eso, no apuntes muy alto: aspira a poco.
Sólo nosotros somos responsables absolutos de nuestro futuro y si no lo hacemos sufriremos  terriblemente durante gran parte de nuestra vida las consecuencias.
Somos los artífices de nuestro destino y por la misma razón somos directos responsables de lo que nos pasa; porque somos nosotros mismos los que preparamos el camino y los que sembramos las semillas del triunfo o del fracaso.
Si en ocasiones nos desconcertamos y preguntamos qué hemos hecho para merecer una vida que no nos satisface, pongámonos la mano en el corazón y pensemos responsablemente acerca de aquellos momentos en los cuales nos faltó el valor para tomar decisiones acertadas, para rechazar lo que no nos convenía, o para evitar situaciones que podrían perjudicarnos en el futuro.
Dejemos de pensar en la buena o en la mala suerte.  Eso no existe, porque somos nosotros los que sembramos la semilla de nuestras buenas o malas acciones.  La vida es justa.  Ella sólo nos brinda lo que realmente merecemos.

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