sábado, 7 de abril de 2012

El tiempo pasa, las situaciones cambian y las personas con ellas. La felicidad igual es saber cambiar a la vez, amoldarse a las circunstancias y aceptar que nuestra vida nunca va a ser igual. Aunque saber cambiar parece fácil visto desde fuera, es bastante difícil. Es verdad que depende de la magnitud del cambio y de la capacidad de cada persona a habituarse y conformarse. 
Todos los días hay pequeñas transformaciones en nuestra vida, a las que no solemos prestar mucha atención. Solo nos damos cuenta cuando todas esas pequeñas transformaciones se convierten en una grande con el paso del tiempo. Y si anteriormente las pasamos por alto nos vendrá todo de sopetón y sufriremos porque todo lo que significaba nuestra vida será diferente. 
Cada uno de nosotros, según va cumpliendo años, va eligiendo caminos que nos separan de amigos y nos juntan con otra gente. Es terriblemente difícil permanecer siempre unido a una persona, tarde o temprano la vida te pondrá en situaciones de escoger uno de los miles de caminos, y lo más probable es que ambos tengaís en la mente diferentes destinos, y por lo tanto tendreís que elegir carreteras separadas. 

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